Amor reformulado
El amor es complicado, no hay novela romántica que muestre un conflicto amoroso tranquilo, siempre hay obstáculos que saltar para los enamorados, ya sea del pasado, juicios propios o externos o hasta decisiones de vida de cada uno, la cual alguno debe sacrificar en nombre de ese amor eterno.
El amor es una guerra entre los sentimientos de dos personas, las creencias que arrastran de la infancia y por supuesto, sus propios conceptos del amor.
En esta entrada te contaré lo que he entendido, analizando las versiones de varios voluntarios, de lo que los humanos venimos a enfrentar por amor aquí en la tierra, y te contaré como los hombre y mujeres, sufren por igual.
Todo comienza con esta presión de conseguir la media mitad y la mala costumbre de incentivar al amor eterno, como si realmente, después de tanta evolución cognitiva, estuviéramos hechos para la monogamia.
Somos seres completos que decidimos compartir momentos importantes de nuestra vida con otra persona, con la que reímos, conversamos e intercambiamos puntos de vista. No nos pertenecemos, seguimos siendo libres el uno del otro y mantenemos la responsabilidad individual de la vida, felicidad, sustento, cariño, placer, propósito.
Si entendiéramos esto, la conquista del otro sería mucho más sencilla pero, las mujeres quieren tener dueño y los hombres quieren dominar, hablo a nivel subconsciente claro, y sin generalizar.
Esta cultura hay que erradicarla desde la raíz, con la nueva generación, porque ya la que creció con este pensar y no busca ayuda para liberarse y evolucionar está perdida, no hay nada que hacer.
Continuarán en un círculo vicioso, y decepcionante, de guerra con ellos mismos. En la que su razón les dice que deben cambiar pero, su inconsciente recae.
Recae en lo irónico, recae en lo que hace daño, porque es lo único que conocen y no creen que hay algo más fuera del conflicto, es masoquista, es frustrante.
A veces, caemos en estos vórtices de oscuridad sin darnos cuenta y eso quizás no esta mal, porque debemos cometer errores para crecer, lo que esta mal es permanecer allí o peor aún, salir y volver a entrar por voluntad.
Es inexplicable la falta de voluntad que puede haber en algunos, esa que nos deja llenarnos de estiércol una y otra vez porque esta dormida dentro de nosotros, incapaz de decir ya basta, incapaz de tomar el control y llevarnos a la vida que deseamos.
Cosechar la voluntad es trabajo propio, que involucra constancia y amor pero, amor propio. Dejemos de engañarnos fingiendo que amamos a alguien más cuando no nos amamos lo suficiente para cuidarnos.
Cuando no nos amamos lo suficiente para poner límites, establecer nuestras barreras de paz y ser conscientes de lo que nos hace bien o mal.
Observó hombres y mujeres sacrificando su vida por amor, un amor inventado, un amor irreal, porque donde no hay felicidad ni paz no hay amor. Si no se aman lo suficiente a ellos mismos para poner un alto a sus conflictos entonces no hay amor.
Son capaces de sumirse en grandes cargas de trabajo para no ver a la persona con la que comparten vida, son capaces de gritar y enojarse con cualquier tontería por mantener a la pareja a su lado debajo del miedo.
Son capaces de romper su estima permitiendo que el otro cruce sus límites para no sentir soledad, soledad que no existe, soledad que ven porque tienen una venda de egoísmo sobre sus ojos que no les permite ver que el amor no solo esta en una pareja sino que esta en todo lo que los rodea.
El concepto de amor esta mal escrito, el concepto de amor hay que reformularlo para la nueva generación, amor es aceptación de lo que somos, de lo que hay, amor es presente. Enseñemos a quien podamos a amar hoy y mañana veremos los frutos de una sociedad más sana, más feliz y conforme.
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