Todo es verde intenso parte 2
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Todo es verde intenso. Parte 2

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(…) El golpe contundente despertó del sueño al padre de Diego, con sobresalto se dirigió rápido al cuarto de su hijo a ver que sucedía.

Mientras que los seis marcianos trabajaban en equipo para armar un controlador, tornillos volaban por aquí y por allá mientras desarmaban lo que no les servía para armar lo que sí, los amenazadores pasos del sr. Iván le advertían a los intrusos que se apresuraran. Dos de los pequeños verdes se dirigieron enseguida a la puerta para intentar detener al hombre consciente. 

Por más esfuerzo que hicieron el sr. Iván estaba dispuesto a entrar y empujaba con todas sus fuerzas la puerta, en ese instante uno de los marcianos de la puerta gritó con agudeza y el que parecía ser el líder activo un botón en su diminuto reloj de pulsera. 

Cuando el padre de Diego por fin consiguió entrar a la habitación solo pudo ver un destello brillante que se llevaba el cuerpo desmayado de su hijo en menos de un segundo. 

— Hola, Diego… ¡Hola! — Grita desde la otra línea Ronnie y el padre de Diego logra escucharlo. 

Aunque aún se encontraba en estado de Shock por ver desaparecer a su hijo, y sus manos estaban sudorosas le tomó solo un par de segundos responder el teléfono. 

— Hola — Dijo con la voz temblorosa. 

— ¿Sr. Iván? ¿Todo esta bien? Diego me dejó hablando solo y escuché algunos golpes. —

— Creo que… creo que lo han abducido, Ronnie. — Responde justo antes de desmayarse, aunque por suerte aterrizó sobre la cama de su hijo y amortiguo su golpe. 

— ¿Qué? Ya voy para allá — Alcanzó a decir Ronnie antes de cortar la llamada. 

Mientras tanto, Diego despertaba con lentitud y una fuerte migraña en un suelo blanco y frío. Parpadeaba para acostumbrarse a la fuerte luz del lugar e intentaba recuperar algún recuerdo de como llegó allí pero sin resultados. El dolor se lo producía la intensa iluminación por lo que apretaba sus ojos para que la fuerte punzada que empezaba en su frente se detuviera. 

Después que dejo salir un pequeño grito de dolor las luces se acentuaron, y en minutos Diego puedo ver sin problemas, el suelo seguía estando blanco al igual que las paredes, sin imperfecciones y con un estilo mecánico bastante siniestro. 

— ¿Dónde estoy? — Se preguntó a sí mismo en voz alta. 

Su respuesta fue contestada en un idioma extraño y por medio de unas bocinas que lo exaltaron. 

— ¡Ay no! Seré comida de alienígenas — Exclamó 

— Claro que no — Dijo un pequeño marciano en voz que parecía estar alterada por helio.  — No te comeremos, solo queremos información de tu tecnología, si nos ayudas, te devolveremos a casa sano y salvo. — 

— ¿Ayudarlos  a qué? — Preguntó. 

Su nivel de miedo había cambiado, el pequeño de enfrente no lo intimidaba en lo absoluto y le empezaba a parecer familiar, algo en su mente le decía que se conocían, aunque conscientemente esto le parecía una locura. 

— A volver a nuestro mundo. — 

— Se han equivocado de humano… yo solo juego video juego y no sé nada de mundos extraterrestres, amigo. — 

— No soy tu amigo… y tenemos al hombre indicado, Diego… Tú nos trajiste aquí así que queremos que nos saques. — Respondió el pequeño con carácter. 

Diego tragó duro y se pensó unos segundos más su respuesta, tenía que actuar con respeto para sobrevivir. 

— Necesito que me expliques un poco más, porqué verás… sí de verdad los traje aquí no lo hice con intención. — 

El marciano se llevó las manos a la barbilla y clavó sus perturbadores ojos totalemnten negros en los de Diego, que no pudo evitar escalofriarse ante la poca naturalidad que eso significaba. 

— Fue tu computadora la que nos trajo aquí Diego, necesitamos volver… En el código del juego hay un portal cuántico que interceptó nuestra nave mientras paseábamos por la Galaxia 1-0-0-9. — 

Diego no pudo evitar parpadear rápido mientras su cerebro intentaba procesar la información, de pronto, se auto abofeteó, con fuerza perturbando al marciano. 

— Oye, te necesitamos con vida, humano. — 

— Lo siento, necesitaba ver si no estaba soñando. — 

— No es un sueño, es la realidad y necesitamos que empieces a jugar ya. — Explicó con fuerza. 

Luego dio dos palmadas y varios marcianos iguales a él comenzaron a aparecer cargando con objetos tecnológicos y lo organizaban frente a Diego. 

— Debes llegar al mismo punto en el que estabas cuando aparecimos. — Ordeno

Le extendieron un control extraño, que según pudo ver fue armado artesanalmente por ellos, reconoció su tarjeta de memoria y entendió el robo. 

— Bien jugaré para ustedes, pero deben prometerme, que si esto funciona me bajarán de aquí en mi casa antes de dar el salto cuántico. ¿Lo prometen? — 

— ¿Por qué quieres eso? — 

— Al igual que ustedes yo pertenezco a mi mundo, quiero estar aquí. — 

— Bien — Dijo el marciano líder haciendo una expresión de admiración a la lealtad del chico. 

Los minutos comenzaron a correr mientras Diego se jugaba el regreso de sus nuevos amigos en una consola de play armada de chatarra, no podía evitar el sudor en sus manos y en su frente, una que otra vez caía en cuenta de quienes lo rodeaban y los nervios lo abrigaban. 

De pronto un grito lo exalta y al mismo tiempo lo llena de alegría. 

— ¡Ahí es! — Exclamó el líder. — Allí esta el código que nos llevará a casa, Diego. — 

La incertidumbre lo invade y un vacío en el estómago aparece, se mueve despacio hacía el líder y le entrega el control, con acceso al viaje cuántico, el cual, por lo poco que sabe, si lo hace con él en la nave lo perdería todo, el salto en el tiempo sería tan grande que ni aunque volviese pronto podría ver a su padre y amigos. Traga duro cuando entrega el control en sus diminutas manos. 

— Devuélveme a casa, por favor — Suplica y cierra los ojos. 

Cuando abre sus ojos de nuevo esta en su habitación y la satisfacción es grande cuando reconoce su alfombra y a su padre tirado en el suelo con la mirada perdida, pero que lo consigue a él de inmediato. En ese mismo instante aparece Ronnie empujando la puerta, agitado. 

— ¡¿Qué rayos?! — Exclama confundido, sin entender absolutamente nada de lo sucedido.

Fin

Para mi es un gusto escribir historias para ti. Sí esta te gusto déjame tu comentario aquí abajo.

Sí quieres leer alguna otra historia, te recomiendo esta.

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